La informalidad llegó para quedarse y mantiene una relación estrecha con el sector formal (a veces de amor/odio) que es difícil de deshacer.
De acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y The Lab, la economía formal abarca las empresas informales y el empleo informal que, aunque complementarios, son conceptos distintos. Por ejemplo existen empresas formales que tienen empleo informal, aunque es poco probable que una empresa informal tenga trabajadores formales.
Ahora bien, la OIT más que fomentar la dicotomía entre lo “formal” y lo “informal”, puesto que existe una increíble diversidad de actores, incentivos e interrelaciones, opta por hacer énfasis en el trabajo decente (poder trabajar en condiciones de libertad, igualdad, seguridad y dignidad humana) como un propósito a alcanzar para la economía informal. (Fuente: https://www.ilo.org/wcmsp5/groups/public/—ed_emp/—emp_ent/—ifp_seed/documents/publication/wcms_764202.pdf)
En nuestra localidad se tienen 3.421 vendedores informales caracterizados e identificados por el IPES, según cifras a corte del 15 de septiembre del 2020.
La Gaitana sobre carrera 126a entre calles 136 y 137, Britalia en la calle 167 con 54d, el portal de Suba en la av. Ciudad de Cali con av. Suba y Lisboa sobre la calle 132d, son los sitios de mayor actividad de la economía informal en la zona.
Para algunos analistas, la reciente reactivación del mercado laboral se está dando con un marcado énfasis en el empleo no formal, como un canal de retorno para aquellos que perdieron su empleo durante la pandemia.
Uno de los problemas del rebusque en el sector informal, es que resulta menos productivo y no permite pensar en consumo ni inversiones a largo plazo. (Fuente https://www.elespectador.com/noticias/economia/desempleo-en-colombia-reactivacion-en-clave-de-informalidad/)
Si bien existe modos de informalidad que resultan intolerables, es imperativo romper el estereotipo que la vincula al desorden, la perdida del espacio público, la delincuencia, las mafias y el micro-tráfico mediante estrategias que permitan mejorar la oferta de productos originales que cuenten con garantía, medidas apropiadas de bio-seguridad y promuevan un uso responsable del espacio público que agregue belleza y seguridad pueden atraer otro tipo de consumidores y establecer relacionamientos productivos con los negociantes formales.
La OCDE, en la cumbre sobre Informalidad e Inclusión Social en Tiempos del COVID-19, planteaba que la alta informalidad aumenta las vulnerabilidades y ha impedido la consolidación de la clase media en América Latina y el Caribe. Asimismo identifica algunos impulsores de la persistente informalidad tales como la baja productividad, competencias insuficientes, incentivos débiles y deficientes marcos institucionales. (Fuente: https://www.oecd.org/latin-america/events/cumbre-ministerial-sobre-inclusion-social/2020-OCDE-LAC-Ministerial-Informalidad-y-la-protecci%C3%B3n-del-empleo-durante-y-despues-de-COVID-19.pdf)
La crisis económica causada por la pandemia afectó principalmente a los trabajadores vulnerables e informales, que suelen realizar tareas manuales y laboran en sectores como el comercio minorista, restaurantes, servicios, manufactura, transporte y construcción que fueron notoriamente afectados por la crisis de la pandemia. En América Latina el 42% de los trabajadores del área de servicios sociales y el 62% del comercio minorista y las ventas y restaurantes y hoteles, son informales.
La crisis puede ofrecer nuevas oportunidades para repensar el pacto social, y promover cambios estructurales pensadas en el bienestar de los ciudadanos.
LLAMADO A LA ACCIÓN
¿Cómo contribuir a que quienes se desempeñan en actividades informales cuenten con condiciones de trabajo más decentes?
¿Cómo mejorar las competencias de los negocios y empleos informales para que tengan más opciones de transitar a la formalidad?
¿Cómo mejorar la productividad de los negocios y empleados informales para que puedan romper la trampa de la pobreza?
¿Cómo lograr que el comercio informal empiece a incorporar elementos de calidad y garantía en sus productos?
¿Cómo diseñar “espacios” en los que conviva lo “formal e informal” de forma mutuamente enriquecedora y productiva.
¿Cómo mejorar las condiciones de higiene y bio-seguridad de los negocio informales?
¿Cómo identificar modelos de negocio que proporcionen viabilidad comercial e impacto social?